Utopías y diferencias culturales



Por Manuel (Rafo) Cordero

Empiezo declarando aquí mi absoluto desacuerdo con la importación de utopías. Se ha hablado de la tendencia a querer trasplantar modelos culturales de un país a otro, de que esto naturalmente iba a traer problemas y el enfrentamiento con la etnicidad, que según Bauman “no es un rebrote de nacionalismo de la temprana modernidad”, sino lo opuesto al nacionalismo. Surge después de la irrupción de una utopía extraña, del “abandono de los proyectos nacionalistas” que, añade Bauman, hicieran reaccionar a los defensores de la cultura agredida, anteponiendo la utopía autóctona como un acto de prueba de que, al verse perdido el coraje de lograrla (la utopía), tal vez ese coraje rinda sus frutos.
Estas tendencias de nuestro tiempo, nacidas de la irrupción violenta (a nivel de los medios o por medio de ellos) del fenómeno globalizante y con éste la de las utopías del Primer Mundo, trajo unas consecuencias funestas para los débiles. Cuando me refiero a los débiles quiero decir las minorías raciales, religiosas, culturales y económicas, entre otras. Es sabido que la soga rompe por lo más fino, siempre ha sido así, ahora se ha demostrado, sin dudas.
Tomás Moro concibió su obra Utopía en una época ya lejana, sin embargo aún perviven sus ideas de una sociedad perfecta y socializada, en donde la razón y la igualdad señalan un mundo en orden y armonía, ocupando la imaginación de miles de seres humanos desde entonces. Ese fue el camino trazado para ser recorrido por las utopías modernas, el único lugar en que, según algunos, pueden lograrse. Pero las utopías modernas, siendo orientadas hacia el futuro, han alcanzado y definido el curso de la vida social en nuestros tiempos. Son teleológicas y progresistas, al igual que el carácter del ser humano que, después de todo, es quien las crea.
Una sociedad perfecta y socialista, ha sido por mucho tiempo el planteamiento de los filósofos políticos, aunque Marx y Engels condenaron por “utopistas” todas las categorías que no estuvieran en el ámbito del materialismo dialéctico. Con su concepto de la sociedad montada en que todo es “materia en movimiento dialéctico,” edificaron una concepción socialista y globalizante de la sociedad que no deja de ser una utopía, no en el sentido que se le dio al socialismo de Fourier y Saint Simon, sino en el sentido de una sociedad mejor y más justa, en donde los seres humanos se desharían de la actitud egoísta surgida con el advenimiento de la propiedad privada.
Tesis de Filosofía de la Historia
En este ensayo, Benjamín muestra el irrefrenable proceso que sigue el progreso. Para darle dramatismo escoge ese ángel, que al parecer lo provocó durante años:
“Hay un cuadro de Klee que se llama Angelus Novus. En él se representa a un ángel que parece como si estuviese a punto de alejarse de algo que le tiene pasmado. Sus ojos están desmesuradamente abiertos, la boca abierta y extendidas las alas. Y éste deberá ser el aspecto del ángel de la historia. Ha vuelto el rostro hacia el pasado. Donde a nosotros se nos manifiesta una cadena de datos, él ve una catástrofe única que amontona incansablemente ruina sobre ruina, arrojándolas a sus pies. Bien quisiera él detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero desde el paraíso sopla un huracán que se ha enredado en sus alas y que es tan fuerte que el ángel ya no puede cerrarlas. Este huracán le empuja indeteniblemente hacia el futuro, al cual da la espalda, mientras que los montones de ruinas crecen ante él hasta el cielo. Ese huracán es lo que nosotros llamamos progreso.”
Ese era un ángel con un mensaje particular a cada espectador. Mientras a unos podría evocarles una imagen de la época primitiva por sus colores ocres o tierra, a él le sugería que ése era el futuro, encarnado en una criatura alada y que “contempla desolado las ruinas de la Historia, arrasada por el huracán del Progreso, del que no puede escapar y que le arrastra hacia un futuro aterrador, construido sobre las cenizas de la humanidad. (Derson)
Como marxista, para este autor la historia seguía un proceso dialéctico. Benjamín tuvo relación con la Escuela de Frankfurt y con La Teoría Crítica, y ésta es una teoría social orientada a la crítica y al cambio de la sociedad entera, en contraste con la teoría tradicional orientada solamente a entenderla o explicarla. De manera que la tarea de la escuela era atacar al positivismo, al materialismo vulgar y a la fenomenológica.
Además, Benjamín tenía una visión del mundo en la cual los cambios que ocurren en la sociedad son producto de contradicciones, que esas contradicciones son de carácter histórico y que la sociedad está definida por las relaciones de producción. Esta concepción se monta sobre el concepto de la totalidad. Sin lugar a dudas que esta teoría le daba fuerzas a “la profecía marxista acerca de la desaparición del estado y el principio de la verdadera historia de la humanidad. “ (Berlin, p.166) Así entramos en la utopía marxista, que plantea un cambio total de las relaciones sociales. Con un diseño de “arriba, abajo y racional” de lo que debe ser una nueva sociedad o una nueva tesis de la historia humana.
Benjamín señala al respecto en su “Tesis de Filosofía de la Historia”, que el futuro sería una revolución cultural, producto de la dialéctica. Al caracterizarse como tal, es necesariamente indescifrable en los elementos mínimos que anteceden cada momento de dicha revolución cultural.
Al mismo tiempo señala que el materialismo histórico atraviesa la “imagen del pasado”, que sería lo que hay que tomar en cuenta y en lo que hay que creer.
Por otra parte, debido a lo fragmentado del texto, a la falta de concatenación entre los conceptos, se hace complicado adivinar lo que Benjamín quiere establecer. Por eso hay que acudir a su concepto de la historia para captar sus ideas. Habla de un peligro que amenaza al “sujeto histórico” y la responsabilidad de fijar una imagen del pasado que es del materialismo histórico. Entonces nos habla del ahora, la utopía reocupa su espacio, así que sólo importa eso. No mirar hacia atrás, no sea que se convierta en estatua de sal. El tiempo ahora es el que importa, y Benjamín trabaja con el concepto de tiempo mesiánico, como astillas metidas en el “tiempo ahora.” Advierte al historiador que se puede contaminar cuando trate de ver el pasado, vislumbrando el problema de que las opiniones del pensador están íntimamente ligadas a su situación concreta en la sociedad. Si se confía en lo que puedan decir los vencedores, advierte, se estará expuesto a recibir información interesada. La historia la escriben los vencedores, ellos hacen cultura y ésta, concluye, está íntimamente ligada a la barbarie.

Una utopía sin Topos
Precisamente en esta parte cabría encontrar vínculos con la conceptualización que tiene Zygmunt Bauman de la utopía. La necesidad de trascender de los seres humanos es una tendencia irreductible en su vocación de transgredir fronteras, reglas y prohibiciones. Esta es la dinámica que impulsa su desarrollo social y personal.


Al principio de su ensayo, Bauman lo caracteriza como el “atributo más frecuente, casi universal” y el que prevalece ante todo intento de hacerlo desaparecer. Este autor y Benjamín tienen posiciones similares en cuanto a que lo humano es lo pasado y queda atrás. Como lo importante es la idea de progreso que existe en la trasgresión, aunque la vean desde ángulos diferentes, hay una coincidencia, pues ambos actuaron en periodos de transición; Benjamín en la época en que se destruye la república liberal de Weimar, y Bauman en nuestro tiempo. Las dos épocas tenían coincidencias. La intelectualidad miraba sin dar indicios de actividad contestataria. La placidez producida por la idea neoliberal de que la solución a todo la proporcionará el mercado, los ha hecho adormecerse. El ámbito de lo privado es cada vez desmantelado, la vida personal de la gente se discute a través de los medios. Nos gusta ser espectadores de los traumas que afectan a los demás. Antes era la vida de los artistas, ahora también la del ciudadano común. No existe una línea divisoria definitoria entre lo privado y lo público, dice Bauman. Ya el concepto de ciudadanía como se conocía se ha transformado. El consumo, motivado por campanas del marketing bien montadas, hace que seamos consumidores, lo que nos pone a pensar en cosas producidas en otros espacios. Lo que tiene el efecto de ponernos a pensar en otros espacios y nos aleja del ideal tradicional de ciudadanía y del “consume lo que nuestro país produce”, mensaje que fue perdiendo terreno y deslizándose al abismo junto con la territorialidad.


En medio de la nueva tendencia globalizadora, la utopía se ha quedado sin topos. La territorialidad, que era condición básica de las anteriores utopías, se ha ido desmoronando. Ya se entronizó la elite globalizante, según dice Bauman, pero en el espacio territorial, en donde el ciudadano podía realizar sus sueños de progreso. Esa elite no se ha interesado nunca más en ello para construir su utopía. Las fronteras no están en los límites de las naciones, sino al otro lado de la computadora, es decir, en el ciberespacio. “La modernidad sólida,” la del estado, su territorialidad y sus fronteras han quedado atrás.


Bauman entiende que en el ámbito de la libertad intrínseca que es característica de las personas, se dan elementos inherentes a la idea de libertad, “de hacer lo que yo quiera, cuando lo desee”. Precisamente es ésa la raíz de la dinámica por la cual fluye la sociedad. Estamos en un mundo “en que la necesidad de trascender debe articularse en proyectos”. La utopía es una de esas articulaciones, pero no sucede a menudo que una utopía se instale para satisfacer los ideales de trascender de la gente.


Bauman ha presentado esta conclusión de su libro y deja la impresión de profundidad en la reflexión que ha hecho. Explica muchos aspectos de la sociedad moderna. Aunque sus puntos de vista son extremos, me parece que el fin es advertir lo que ocurrirá, pues la elite tecnológica que él describe moviéndose de un territorio a otro, realmente conserva los vínculos territoriales y sociales. Ante todo, el conocimiento es creado socialmente, y la difusión de ese conocimiento está montada en convencionalismos sociales y de proximidad. Conocimiento es contacto, contacto social regido por normas sociales, una dimensión que hay que tomar en cuenta.

Política y Felicidad


En su ideología de la esperanza, Ernst Bloch señala que la utopía no es equiparable al concepto de Moro, ya que este concepto tiene significados más amplios. Dice que ha sido su reducción a fantasía política, lo que le ha dado el carácter peyorativo al concepto.


El mismo Bodei, al principio del texto critica la función salvadora que se le ha atribuido al activismo político. Eso le quitó, decía Bloch, el rol a la utopía como promotora de la felicidad, en estructuras sociales situadas en el espacio lejano de una isla a la que se llegaba por casualidad.


En este texto Bodei (Págs. 46-48), repasa cuatro etapas por las cuales ha pasado la concepción de utopía desde la segunda mitad del siglo XVIII:
La de la inauguración de la novela “ucrónica” de Louis Sebastián Mercier, donde el tiempo sustituye al espacio como elemento perfecto, y se instala en la historia para dotar a la sociedad de un segundo paraíso, entre un hoy imperfecto y el futuro perfecto.


La fórmula de Rousseau, que plantea que el hombre nace bueno, pero es la sociedad la que lo corrompe. Esta declaración viene a transformar la concepción político-histórica, ya que no existía crítica alguna sobre el papel de las instituciones sociales en la formación del individuo, entiéndase el estado. Por otra parte, sigue siendo parecida, aunque con una diferencia, la crítica a los que manejan la cosa pública, quienes no se perciben como modelos a seguir, por lo que actúan sin pensar en otras consecuencias que no sean las del partido político al que se deben.


La tercera son las consecuencias de lo declarado por Rousseau, lo cual fue tomado por los jacobinos como un mandato para eliminar las injusticias de los estados. El resultado tangible fue la revolución francesa, que como dice Benjamín, trajo su propia noción del tiempo introduciendo un nuevo calendario, “el día con el que comienza un calendario cumple el oficio de acelerador histórico”, pues sus resultados marcaban el fin de la historia, de aquella historia. Y el comienzo de otra.


La última fase es la vinculación del proyecto materialista histórico, inspirado en las ideas de los jacobinos, el concepto de la historia planteado por Hegel.

Finalmente se puede afirmar que desde Rousseu, la visión del cambio se volvió antropológica, ya se sabía que las fuerzas sociales debían tomar acción como una manera de establecer el reino de Dios en la tierra. El ser humano dejó de ser la criatura frágil que no podía alcanzar su proyecto de felicidad. La isla lejana ya no estaba tan lejana, el cambio no se encontraba en un futuro nebuloso e invisible. El carácter coercitivo de esta utopía pareció señalar que ésa era su esencia. La revolución francesa fue eso, coercitiva, revolucionaria, con un carácter de coerción elevado a la máxima potencia, lo que abre la discusión en torno a la cuestión de coerción y obediencia. Cuando se trata de implementar una utopía, se establecen conflictos entre la gente, a nivel de grupos o sectores sociales, “que evidencian repuestas diferentes y que han sido tema central de la política, en torno a lo que es la obediencia y la coerción”. (Berlin P.166)


La relación historia-utopía, dice Bodei, trajo sus consecuencia, “si se pone la perfección en el futuro, la historia se vigoriza con la utopía”. Le da una racionalidad finalística, que rompe las concepciones teológicas antiguas. Ello facilita que la utopía se deshaga de los lastres que le dejaron los políticos, para dirigirse a cumplir su destino histórico.


Bodei comparte con Bloch la idea de que la realización de proyectos reivindicativos cada vez prescinde más de la visión de los partidos políticos. Esto provoca la búsqueda de nuevas fórmulas. Porque, después de grandes proyectos racionalizantes, como la doctrina de la ilustración francesa, un movimiento liberador que eliminó en su época mucha crueldad, superstición, injusticia y oscurantismo, esta gran oleada de racionalismo provocó a su debido tiempo una reacción inevitable…suele tenderse a producir algún tipo de resistencia emotiva y surgen otros en oposición. Si observamos, aquí, en América se ha intensificado la presencia de la religión, especialmente en los medios de comunicación. Es importante darle seguimiento a la instalación de grandes redes religiosas de comunicación televisiva. Estas empezaron en los años 80 en Estados Unidos promoviendo la comunicación personal con Dios a través del Mesías como único camino a la salvación. Esto surge en un momento en que se estaban fraguando cambios geopolíticos de gran magnitud. Así es como el proyecto salvífico dejó de ser colectivo para ser individual. (Visión teocéntrica).

LA DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS


En el preámbulo de La Declaración de los Derechos Humanos, late la influencia dejada por la Revolución Francesa. Ahí está el lema: Libertad, Igualdad, Fraternidad. Asumiendo que los seres humanos tienen estos principios como aspiración, y la aspiración más elevada del ser humano es el advenimiento de un mundo en donde todos nacemos libres e iguales.


Se refuerzan en esta declaración, además de los derechos, los deberes del ser humano en cuanto a miembro de comunidades de seres humanos. Pero se evidencia que no puede haber comunidad en un mundo en el que se ha entronizado la negación de los derechos que son inalienables, supuestamente, como es el derecho a la vida, a la libertad de palabra y a la libertad de creencias.


En esta parte es importante reflexionar sobre una de las personas signatarias de esta declaración. Al igual que otras, pero en particular Doña Minerva Bernardino, una abogada dominicana comprometida con el gobierno tiránico de Rafael Trujillo, es precisamente una de las primeras motivadoras para que se fundara la institución de las Naciones Unidas por el año de 1948. La doctora Bernardino jamás levantó su voz contra los atropellos en La República Dominicana, y su hrmano, Don Félix W. Bernardino fue un esbirro de esa dictadura. Ello constituye un simple ejemplo del problema de establecer utopías como se planteaba en la Declaración de los Derechos Humanos. Una sociedad de libertad, donde los promotores máximos son las “democracias desarrolladas”, quienes casi sin excepción, violan sistemáticamente los preceptos de la misma.


Eso nos habla entonces de un mundo que se contradice, en el que un grupo muy reducido de personas ve en la explotación y la negación de derechos, la única alternativa de sustentación de sus estados nacionales. En mi opinión, en el momento en que se crea la ONU, empieza el proceso de la decadencia de las ideas utópicas en occidente. Berlin señala que la cualidad básica de todas las utopías es que son estáticas. Por otra parte, esa institución ha promovido o ha servido de instrumento para la promoción de las utopías del Primer Mundo, siempre en detrimento de los países en vías de desarrollo.


Europa ha podido, no sin grandes convulsiones internas, establecer su utopía desde el siglo XX, una utopía moderna, política e histórica. La Unión Europea (UE) es un paso gigantesco de progreso, aunque tenga sus fallas, y constituye una señal al mundo de que se puede construir una utopía. Norteamérica lo hizo, y ambas tienen cosas que las hacen diferentes una de otra. En el caso de la UE, se ha ido reconstruyendo y mejorando a sí misma. La práctica de la cooperación y la capacidad de adaptarse creativamente a los movimientos de población hacia sus territorios son muestra de ello.


El caso de Estados Unidos es contrario a todo esto, pues se han acomodado al pasado, a las antiguas prácticas etnocentristas y se mantienen fieles a ellas, no tienen políticas serias respecto de su relación con otros países, especialmente del tercer mundo. Al mismo tiempo carecen de una racionalidad en el campo de la migración, de tal manera que asumen el flujo migratorio a su territorio, tal si fuera un intento de destruir sus identidades.


A mi entender eso ha contribuido enormemente a perjudicar el curso que han intentado tomar las naciones que no han podido hacer realidad sus utopías, las que creo que son la guía “teórica” que motivan los diversos proyectos políticos del Tercer Mundo.


Tenemos por el otro lado, el afán de copiar los modelos del Primer Mundo, lo cual es la clara expresión del problema de las relaciones con aquél, pues esas relaciones han perjudicado la creatividad, han servido, aunque no siempre intencionalmente, para promover la idea de que lo mejor, el mundo de la solidaridad, del progreso, está allá y que nosotros somos parte de ello, por los orígenes ya lejanos, cuando el descubrimiento de América. En un caso y en el otro, movidos por la esperanza de que el progreso añorado llegue algún día cuando seamos parte del territorio de Los Estados Unidos de América.


Ello ha dado lugar a que no existan elementos autóctonos de tipo filosófico, perdiendo de vista que las ideas filosóficas, que son formas, nacen de ámbitos sometidos a metamorfosis conceptuales. Sus cambios son también interiores, por tanto, y no sólo obedecen a transformaciones históricas. (Tomado de una entrevista a Remo Bodei)

LA DECADENCIA DE LAS IDEAS UTOPICAS DE OCCIDENTE
Isaiah Berlin hace hincapié en el problema de la transculturación, la importación de ideas de un espacio cultural a otro. Tiene razón, citando a Herder, al decir que de una manera u otra, esto ha traído rechazo. Para ello señala que la gente se organiza en determinados espacios basados en elementos comunes. Estos elementos los unen y sin lugar a dudas los hace fortalecer su identidad. Eso vínculos, señala, son impalpables y definitivos. Él enfatiza todo esto para poner en tela de juicio la idea de una sociedad perfecta. Es contradictoria la idea de la sociedad perfecta. Para analizar esta concepción trae a colación lo dicho en el primer párrafo. La diferencia en cuanto a los tipos de utopías de las diversas culturas es que siempre el análisis de si fracasa o no, será llevado según estudios de culturas relativamente antiguas, como la europea.


A un lado quedan los emigrantes expulsados de dondequiera que van y sus utopías privadas. Sus culturas de procedencia no cuentan. Son expulsados primeramente de sus países de origen, para después ser rechazados, expulsados a los márgenes de las sociedades del Primer Mundo en donde decidieron residir.


Sin lugar a dudas que este mundo que nos ha tocado vivir es una complicación que no tiene solución posible. Las utopías se desmoronan en la modernidad. Una de las razones para ello, como decía antes, es la existencia de las naciones del Primer Mundo. Añadiría que las utopías que disfrutan están montadas en la labor de los ciudadanos del Tercer Mundo, que contrario a la idea original de utopía, las de hoy persiguen hacer rico al que pueda reunir más recursos, información y capital inicial.


Pero, después de todo esto seguirá fiel a su naturaleza de transgredir, pues el ser humano es una máquina de construir utopías. A cada instante a través de la sucesión de las generaciones encontraremos proyectos para mejorar las relaciones sociales, en donde todos podamos lograr la ansiada felicidad. Todo ello revela una conexión entre las ideas de progreso, tanto las que surgen espontáneamente del deseo de progreso y felicidad de cualquier persona, (utopías personales) como aquéllas de las que expresan definiciones específicas y bien pensadas (de arriba abajo), que encuentran su camino de alguna manera hacia la sociedad en su conjunto, es decir, utopías sociales.

BIBLIOGRAFÍA:

1. Entrevista a Remo Bodei, rescatada el 29 de julio de 2006 de http://www.ddooss.org/articulos/entrevistas/Remo_Bodei.htm
2. Articulo sobre angelus novus y Walter Benjamín, Rescatado el 20 de junio de 2002 de
http://fcuatrocincouno.blogspot.com/2005/09/angelus-novus.html
3.Bauman Zigmun, (2005). En Modernidad liquida ( Una utopía Sin Topos)
4. Benjamin Walter (1998).Tesis de filosofia de la historia
5. Bloch Ernst. (2005) En Ideologia de la felicidad (Politica y Felicidad)
6. Berlin Isaiah. (2006).La decadencia de las ideas utopicas de occidente

MAPA DE SANTO DOMINGO SIGLO XVIII


Conceptualización del materialismo dialéctico

EL MATERIALISMO DIALÉCTICO
Define la materia como el sustrato de la realidad objetiva, física, y subjetiva, el pensamiento, estableciendo así que el mundo puede ser conocido e interpretado en virtud de su naturaleza material por medio de la dialéctica.

El materialismo dialéctico es un sistema filosófico cuya concepción e interpretación del mundo se opone al idealismo filosófico y su concepción mágica de la primacía del espíritu sobre la materia. Emancipando de esa manera la primacía e independencia de la materia ante lo espiritual y la conciencia.

El materialismo dialéctico se apoya en los datos de la ciencia, en el se apoyaron Marx y Engels partiendo de la critica a Feuerbach y su concepción mecánica del materialismo.

El fundamento del materialismo dialéctico es la independencia del mundo material con respecto a la conciencia y a lo espiritual. La materia entonces se sobrepone a la conciencia.

La dialéctica es pues, la ciencia de las leyes generales del movimiento y desarrollo de la naturaleza, la sociedad humana y el pensamiento. La segunda cuestión filosófica del materialismo enfrenta al método metafísico, que interpreta la realidad y los fenómenos del mundo como aislados los unos de los otros, asignándoles la cualidad de inmutables.

Concepto Leninista de materia
La materia es una categoría filosófica que denota la realidad objetiva, la cual es dada al ser humano a través de sus sensaciones. La materia es copiada, fotografiada y reflejada por nuestras sensaciones al mismo tiempo que existen independientemente una de otra.

Categorías del materialismo dialéctico

· Lo individual, lo particular y lo universal
· La relación causa y efecto
· La necesidad y el azar
· Contenido y forma
· Esencia y apariencia

Leyes de la dialéctica

· La ley de unidad y lucha de contrarios
· La ley de transformación de los cambios cuantitativos a los cualitativos.
· La ley de la negación de la negación

La teoría materialista dialéctica del conocimiento

1. Las cosas existen fuera de nosotros independientemente de nuestra conciencia y de nuestras sensaciones.
2. No hay diferencias entre el fenómeno y la cosa en si y no puede existir tal diferencia. La única diferencia que existe es entre lo que es conocido y lo que aun es desconocido.
3. No debemos considerar nuestro conocimiento como terminado e inalterable, más bien debemos determinar que el conocimiento emerge de la ignorancia como inexacto y va volviéndose más completo y más exacto.

Categorías epistemológicas del materialismo dialéctico

· Sujeto y objeto
· La practica
· El reflejo, símbolo y significado
· La verdad objetiva
· Los niveles de conocimiento, empírico y teórico, abstracto y concreto
· La unidad del análisis con la síntesis
· El criterio del verdadero conocimiento

Principios dialécticos

· Objetividad científica
· Estudio de todo el conjunto de las cosas, proceso o fenómeno, las relaciones internas y externas en los procesos.
· Estudio del objeto en su desarrollo y movimiento
· Experiencia histórica concreta relacionada con el objeto

El conocimiento

Concepto: El conocimiento es el reflejo del mundo objetivo en la conciencia del individuo.
Esencia: El conocimiento es una fase inseparable de la actividad conjunta de los seres humanos, la cual se dirige a transformar la naturaleza, la sociedad y al ser humano.
Por tanto el objeto del conocimiento es la naturaleza, la sociedad y el ser humano.

El sujeto del conocimiento es el ser humano real y concreto que vive y actúa en determinadas circunstancias. El cual tiene como característica fundamental que piensa y conoce por medio de su actividad cerebral, su sistema nervioso y los órganos sensoriales.

El proceso del conocimiento y la práctica

Conocimiento sensorial: Es la etapa inicial de la actividad cognoscitiva.
Conceptualización del materialismo dialéctico.
Percepción: Es el elemento más simple e inicial del conocimiento sensorial y de la conciencia humana en general. Es el proceso de creación de la imagen integra del objeto estudiado mediante la observación.
Emociones: Es la forma combinada y compleja de la sensibilidad-sensoriedad humana, estrechamente vinculada con la práctica, la cultura y la educación. Lo cual puede ser expresado mediante el lenguaje escrito o hablado, por medio de lo cual podemos captar el conocimiento sensorial de otros seres humanos.

Conocimiento racional: Es la etapa superior de la actividad cognitiva.

Conceptos: Son las formas del conocimiento

Rescatado de Wikipedia- la enciclopedia virtual el 12 de junio de 2009












El Rol de la Municipalidad en el Desarrollo Humano Sustentable

Por Mario Rosales



“La finalidad general de la acción política es la promoción del desarrollo en un marco de democracia, equidad y respeto a los derechos humanos. Entendemos por desarrollo el incremento sostenido de la producción de bienes y servicios en un territorio determinado, que tiene por efecto un aumento equitativo del bienestar de sus habitantes, en un ambiente de refuerzo de las identidades y cultura, de ampliación de la democracia, de respeto a los derechos humanos y de equidad de género. El desarrollo debe ser sostenible, en su triple acepción: preserva el patrimonio cultural (la identidad), el patrimonio natural (el medio ambiente) y se origina en la energía de sus propios habitantes (la producción). El desarrollo sostenible es básicamente endógeno, es decir se sostiene en las iniciativas, recursos, capacidad emprendedora y de apropiación del progreso técnico de los agentes del propio territorio o comunidad” (Agenda Municipal Latinoamericana)

El desarrollo debe ser humano, autónomo, sustentable y sostenible. El concepto de desarrollo ha evolucionado progresivamente. Sin embargo, este proceso ha tenido un carácter polémico y conflictivo. Dos visiones centrales se han disputado la primacía:

a). El concepto de desarrollo basado en los dinamismos del mercado. Para el liberalismo económico, la base del desarrollo es la iniciativa privada, es decir, la capacidad emprendedora de los individuos cuya condición de funcionamiento es el respeto a la libertad económica y a la propiedad privada. El mecanismo regulador natural de la economía es el mercado funcionando libremente. El Estado debe intervenir lo menos posible, dejando al mercado la fijación de los precios de los bienes, incluidos el costo de la fuerza de trabajo, el interés del dinero y el valor de la moneda. Sin embargo, el Estado debe asegurar la provisión de ciertos bienes públicos como la justicia y la seguridad ciudadana, la infraestructura esencial y los servicios básicos; aunque algunos de estos bienes y servicios puedan ser producidos más eficientemente por el sector privado.

b). El concepto de desarrollo basado en la acción reguladora del Estado. Afirma que el mercado, dejado a su espontaneidad, no garantiza la equidad, la preservación del medio ambiente o el funcionamiento estable y participativo de la democracia. Luego, el Estado debe intervenir de manera selectiva, tanto para asegurar los necesarios equilibrios económicos, sociales y ambientales, preservar la autonomía de la nación frente a la economía internacional, como para fortalecer y ampliar la democracia. Como el desarrollo requiere de equilibrios sociales más delicados que aquellos necesarios para el buen funcionamiento de la economía, es indispensable el rol activo, regulador y compensador del Estado.


Sin duda, ambos puntos de vista tienen parcialmente razón. Sobre todo si se considera que son expresión de grupos sociales diversos. Los empresarios y productores tienden a sentirse más identificados con las ideas liberales y piden menos intervención estatal , en tanto que trabajadores y grupos medios prefieren más acción pública, al sentirse desprotegidos ante el libre funcionamiento del mercado. No obstante, parece ser efectivo, como afirma el liberalismo, que el exceso de intervención estatal traba a los agentes económicos y refuerza las conductas pasivas y dependientes .

Pero igualmente es válida la afirmación de que el mercado, dejado a su libre desenvolvimiento, es ciego: no garantiza la equidad, ni ayuda a la preservación del ambiente. Tampoco asegura la autonomía nacional, ni el funcionamiento pleno de la democracia.
Esquema resumen: CONCEPTOS GENERALES DE GESTIÓN Y DESARROLLO
Conceptos generales:
(Con alta contaminación del centralismo e ideologías dominantes)
Filosofía política
Ciencias sociales del desarrollo
Teorías de Gestión
Privadas
Teorías X: el ser humano tiene que ser dirigido y controlado
Teorías Y: el ser humano motivado y con poder es creativo y efectivo
Públicas
Concepciones burocráticas y verticales
Modernización del Estado
Conceptos del Desarrollo
Liberalismo y neoliberalismo
Socialismo y Estado del Bienestar
Desarrollo humano sustentable (PNUD y Agenda Local 21)


c) El desarrollo humano sustentable. En la década de los noventa surgen algunas reflexiones novedosas que sin negar valores y verdades presentes en ambas propuestas centran su preocupación en la persona del ciudadano al que está dirigida la acción del desarrollo. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, propone el concepto de desarrollo humano :


"El desarrollo humano es un proceso en el cual se amplían las oportunidades del ser humano... A todos los niveles del desarrollo, las tres más esenciales son disfrutar de una vida prolongada y saludable, adquirir conocimientos y tener acceso a los recursos necesarios para lograr un nivel de vida decente. Si no se poseen estas oportunidades esenciales, muchas otras alternativas continuarán siendo inaccesibles" (PNUD 1990).


"Pero el desarrollo humano no termina allí. Otras oportunidades altamente valoradas por muchas personas, van desde la libertad política, económica y social, hasta la posibilidad de ser creativo y productivo, respetarse a sí mismo y disfrutar de la garantía de derechos humanos" (PNUD 1990).


“El paradigma del desarrollo humano tiene cuatro componentes fundamentales: a) productividad, para posibilitar que las personas ... participen plenamente en el proceso productivo de generación de ingresos y el empleo remunerado; b) equidad, es necesario que todas las personas tengan igual acceso a la igualdad de oportunidades; c) sostenibilidad, es menester asegurar el acceso a las oportunidades no sólo para las generaciones actuales, sino también para las futuras; d) potenciación, el desarrollo debe ser efectuado por las personas, no sólo para ellas” (PNUD 1995).
Basados en estas ideas, el PNUD crea un indicador de desarrollo humano basado en una ponderación entre el ingreso per cápita real, la tasa de escolaridad y la esperanza de vida al nacer . En función de éste se ha clasificado de modo comparado a más de 170 países del mundo. Es interesante constatar que, medidas con los índices de desarrollo humano, las diferencias efectivas entre el mundo desarrollado y el mundo en desarrollo son menores que aquellas basadas sólo en el volumen de producción y el consumo de bienes y servicios.

Con excepción de Haití, prácticamente ningún país latinoamericano es tan pobre que no pueda destinar parte importante de sus recursos para mejorar los niveles de salud, educación y oportunidades de progreso de su población.


En síntesis, para que haya efectivo desarrollo la gente debe tener cierta situación básica de bienestar (alimentación, salud), adecuados conocimientos y destrezas (cultura, educación), oportunidades de acción (democracia, libertad) y, además utilizar creativamente sus recursos (producción, comercio). En consecuencia, el desarrollo no sólo tiene como objeto al ser humano, sino que el ser humano es el principal agente del desarrollo.

Dajabón: Notas sobre desarrollo económico local.

¿Qué condiciones pueden mejorar la actuación del gobierno municipal del municipio cabecera de Dajabón en el desarrollo económico local? Recomendaciones:

La construcción de una política pública municipal orientada a lograr desarrollo económico sostenible de forma concertada.
Fortalecer la gestión municipal de forma integral y efectiva.
Mejorar los mecanismos de cooperación y concertación con el sector público y privado, con el fin de mejorar la confianza entre dichos sectores en beneficio de los habitantes del municipio.
Adecuar los mecanismos y estrategias para mejorar los ingresos propios del municipio para la prestación de servicios municipales de calidad para la población.
Incorporar en el proceso de planificación y gestión municipal la aplicación de instrumentos que favorezcan la integración del desarrollo económico local.
Fomentar de forma amplia e incluyente la discusión de temas relevantes al desarrollo municipal.
Conjuntamente con otros actores y sectores promover escenarios para un mejor clima de negocios para la inversión pública y privada.
Prestar atención a la preservación de un medio ambiente favorable.
2.0 Algunas “Reglas de Oro” para impulsar un buen gobierno municipal en el desarrollo económico local.
Fortalecer el diálogo y concertación permanente
Crear confianza en las actuaciones del GM
Dar impulso a las iniciativas en el ámbito de el DEL
Facilitar contactos y trabajo en redes sociales en todo el territorio provincial.
Promover la imagen del municipio y sus potencialidades
Planificar estratégicamente el desarrollo del municipio
Contar con una visión territorial
Promover inversiones públicas como enfoque de estímulo económico
Promover iniciativas intermunicipales
Mejorar la transparencia de la gestión municipal
Simplificar trámites en los servicios que presta
Mejora continua de los servicios públicos municipales
Buscar el balance entre intereses económicos, sociales y ambientales.